Punto de vista múltiple.
—Hola, Chandler…
Cerré
la puerta de su departamento luego de que mis pasos a rastras me llevaran
dentro. No me fijé cómo él se acercó de pronto hacia mí, no supe de dónde vino
o qué tan rápido corrió hacia mí.
Estando
cabizbaja, agotada y fastidiada con todo. No podía ni mirarlo, y no se me
ocurrió acudir con nadie más.
—¿Qué es?—dijo en tono de
preocupación. Ya le tenía en frente de mí—. ¿Qué ocurre?
—He venido a...—mi voz desapareció,
aún mirando al piso. Me sentí patética, apenada. ¿Cómo rayos le podía comenzar
a decir?—. ¿Sabes? No importa...
No,
no iba a poder.
—No, espera...—alcanzó la audacia de
tomarme del brazo antes de que se me ocurriera desaparecer—. En serio... ¿A qué
viniste?
Me
giré para observarle por fin. Caí en la cuenta de que si estaba ahí,
sintiéndome al borde y careciendo de alternativas, al menos debía terminar.
Eché un vistazo alrededor para comprobar que Joey no se encontrara en casa,
mordí mis labios, y eché un suspiro agotador.
—Estoy preocupada—le solté, mientras
le rodeaba para coger una silla e incitarle a que ambos nos sentáramos
alrededor del comedor.
—¿Preocupada? ¿Por qué?
—Porque todo está... todo está
cambiando.
Se
me quebró la voz de forma ridícula.
—¿Cambiando? ¿A qué te refieres?—inquirió
ansioso.
—¡A que todo está cambiando,
Chandler!
—¿Todo? ¿Qué se supone que está
cambiando?
Oh,
no. Aquí iba. Lo soltaría todo.
—¡Todo!—bramé,
llevando ambas manos a mi cabeza—. Ross y Rachel… no dejan de pelear por la
misma razón nunca. Me preocupa mucho que mi hermano o mi mejor amiga salgan
lastimados de alguna manera. Rachel, que de pronto está sintiéndose atraída por
Michael y, ahora más que nunca y sin tocar el maldito tema, me estoy dando
cuenta de que tengo algo que aleja a los hombres de mí, ¡O que emito algún tipo
de ladrido que sólo atrae a hombres mayores o completos fracasados!
—Okay... espera—miró al vacío, pestañeando
con su mirada turbada frente a mí—. No escuché nada después de “Rachel está
sintiéndose atraída por Michael”
Mierda.
—...D-de acuerdo—titubeé, evitando
mirarle—, se supone que no tenía que haber dicho eso.
—Pues
no puede importarme menos que no tenías que decirlo. Ahora tendrás que hablarme
de eso—formuló una sonrisa endemoniadamente arrogante.
¿Tenía
mis dudas de recurrir a él? ¡Aquí estaba el por qué! ¡Maldita sea!
—¿No escuchaste la parte de “No debo
decirte eso”?
—No—espetó.
—Es una lástima, Chandler—traté de
reponer—, no hablaré sobre ello.
—Muy bien—se recargó sobre su silla
llevando ambas manos a su nuca, relajado, pero odiosamente soberbio—. Respecto
a la cosa que ahuyenta a los hombres de ti...
—¡Está
bien! ¡Está bien...!—le corté, y lo lamenté hasta la médula. Pero el tema que
sorpresivamente quiso tocar, me parecía millones de veces más humillante.
Maldije en mi interior cómo diablos es que sabía lidiar conmigo tan fácil—. Rachel
me dijo que piensa que se está... sintiendo atraída por Michael.
Deseé
que la naturalidad con lo que lo he dicho le haga perder el interés.
—¿¡Qué!?—se inclinó frenético hacia
mí. No había funcionado—. ¡Pero eso no puede ser! Digo… ¡Vamos! ¡Es Michael
Jackson! Además, ella es novia de Ross ¿O no?
—¡Lo es! ¡Me lo ha dicho y no he
podido decirle nada más! ¿¡Cómo podría!? ¿Cómo podría incluso comenzar a pensar
en decírselo a alguien más? ¡Es bastante complicado!
—Lo sé, pero... Quizá no tengas que
hacerlo.
Lo
estudié atenta. Su pequeña suposición devolvió el aire a mis pulmones.
—Verás
que nada pasa...—continuó—. Podrían ser sólo buenos amigos pero... es todo. Además, no creo que uno de los
dos quiera dar un paso más allá de lo que están ahora si es que llegan a verse
de nuevo, ¿No?
—No
lo sé... Es sólo que a veces es inevitable ocultar los sentimientos que tienes
hacia una persona.
—Tú
lo dices. Pero, Monica, son Ross y Rachel de quienes hablamos; tu hermano y tu
mejor amiga.
“Mi hermano y mi
mejor amiga”
Me
había repetido esas últimas palabras en mi mente decenas de veces hasta este
preciso momento. No siquiera luego de haber tenido la diligente oportunidad de
toparnos con Michael, sino antes. Mucho antes. ¿Cómo recordar desde cuándo? No
lo sé. Quizá desde que sus problemas con ambos habían comenzado. Desde que sus
discusiones se habían vuelto más repetitivas, desde que Ross dejó de estar de
acuerdo con Rachel en todo, o porque la última vez que ambos pasaron un día
entero completamente solos parecía que había ocurrido hace cientos de años.
Tal
vez ya lo habían perdido y no lo quise ver. Por ello, porque se trata de Ross,
mi hermano; y Rachel, mi mejor amiga.
Y
ahora Michael.
—Tranquila... Te aseguro que nada
malo podría pasar—susurró, ampliando cada vez más su sonrisa.
Una
sonrisa que me inspiró confianza, y que me aseguró haber hecho bien al
decírselo a él.
*****
Estaba
dando el último bocado de mi desayuno cuando Ross apareció por la puerta. Con
una sonrisa deslumbrante, sus ojos brillando y su expresión relajada, actuando
como si pretendiera que yo no he visto la escena que ocasionó mientras había
charlado con Michael por teléfono la noche anterior.
Traté
de reprimir mis pensamientos, e imitar esa sonrisa.
—¿Podría hablarte un momento sobre
algo, Rach?
“Rach...”
—Claro, Ross—me levanté para llevar
los trastes que utilicé al lavabo—. ¿De qué quieres hablar?
—He querido decirte que...—aclaró su
garganta con un aire de timidez, y comenzó a caminar hacia mí—. Tú ya sabes que
se acerca nuestro aniversario ¿Cierto?
Sentí
un tremendo retortijón en el estómago. Maldición, ¿Lo había olvidado? ¿En
verdad?
—Ahm...—mascullé.
Su
expresión cambió. Se había dado cuenta.
—...No lo puedo creer—susurró.
—Ross,
lo siento—anduve para terminar de acercarme—. ¡De verdad! Es sólo que... con
todo esto que ha sucedido, con lo de Michael y otros asuntos...
—...Espera,
¿Michael?—me cortó, luciendo incrédulo—. ¿Qué tiene que ver Michael en esto?
Aguardé
en silencio a que se riera y me asegurara de que su pregunta no iba en serio.
De que la burla que lanza contra mi rostro no es verdad, y que por esta vez,
tan sólo esta, no íbamos a darle más vueltas al mismo asunto.
No
podía ser. Y el día apenas iba comenzando.
—¿Que
qué tiene que ver?—me crucé de brazos—. Pues... que él es mi amigo, Ross. Tanto
como Joey, o Chandler.
Se
bufó, como si estuviese harto.
—Rachel, tan sólo tienes
conociéndolo algunos días.
—Por
eso es que saldré mañana con él. Para conocerlo mejor ¿De acuerdo? Y… ¿De
verdad quieres empezar de nuevo con todo esto?
—...No.
—Bien,
entonces…—suspiré, perdiéndole de vista por un momento. Tenía que
tranquilizarme sí o sí. Tener a Ross molesto, el día que tengo más trabajo en
la cafetería y a sabiendas de que esta misma noche me encontraré con Michael no
era, por mucho, buena combinación. No lo quería—. ¿Qué te parece sí… mañana,
luego de ver a Michael, planeamos lo que haremos para nuestro aniversario?
Pareció
haberse tranquilizado también. Sólo entonces, pude volver a sonreír.
—Me parece perfecto, Rachel.
—A
mí también—solté una risita relajada. Por desgracia mi calma dura sólo un par
de segundos, hasta antes de mirar mi reloj, y percatarme de que ya iba tarde al
trabajo. Terriblemente tarde—. Entonces, creo que ahora iré a trabajar... Debo
estar lista temprano esta noche y no quiero que...
—...Supongo que debes lucir bien
para Michael.
Le
puse los ojos en blanco.
—Ross... ¿En serio?
—Bien—me guiñó el ojo—. Creo que yo
también tengo que irme.
Se
adelantó hacia la puerta mientras yo tomaba mi bolso y mi abrigo para salir.
—Bien,
Oh...—reaccioné, y detuvo sus pasos bajo el umbral—. Y... quiero confiar en
que… esta noche, pase lo que pase, no cometerás un típico acto de desconfianza
de Ross ¿Verdad?
—Rachel... —me fulminó con la
mirada—. Es increíble que preguntes eso.
Quizá
tenía razón. Pero tan sólo no podía dejar de asegurarme.
—De acuerdo, bien… ya entendí—asentí—.
Te veré después, Ross.
—Claro, Rach—murmuró volviéndose
hacia mí.
Sin
verlo venir, él ya se encontraba inclinándose cerca, aproximando sus labios
hacia mi rostro para besarme. Me estremecí como una lunática, temblé y las
rodillas se me debilitaron.
No
pude hacer otra cosa que girarme, y recibir sus labios en mi mejilla.
—...D-de acuerdo, me voy—musitó
nervioso.
—Eh, bien.
Salió
sin que yo pudiera mirarle. Me vi en la necesidad de aguardar un par de minutos
luego de que se marchara para poder salir también; apenada, confundida y
azotando la puerta detrás de mí mientras me preguntaba qué demonios estaba
ocurriendo conmigo.
Nunca
antes le había negado un beso a Ross.
Había
cruzado la línea donde dejé de reconocerme a mí misma. Aquella forma de caminar
por la acera para dirigirme a Central Perk, definitivamente, no era propia de
Rachel Green… O quizá sí, pero era demasiado orgullosa como para admitir que
daba vueltas por las calles como una completa demente sólo por… Michael
Jackson.
Pues,
lo quería o no, él había llegado para cambiarlo todo. Todo. Y entonces, el hecho de andar a zancadas largas y titubeantes,
retorciéndome el cabello nerviosamente, me pareció ridículo, totalmente
inverosímil. Inútilmente, me decidí a intentar engañarme a mí y a cuantas
personas con las que tendría que lidiar durante el día, pues era hora de
fingir, y de no permitir mostrar una Rachel que dudaba más que nunca acerca de
qué vestido usar o cómo arreglarse el cabello para esta noche.
"Estoy
perdida", había murmurado por milésima vez en aquel día. Y era cierto.
Estaba perdida.
No.
Para ser más específica, sabía muy bien dónde estaba: estaba entre la espada y
la pared. Por un lado, Ross me prometía una confianza que no demostraba; y por
el otro, estaba Michael, y eso era suficiente para complicarlo todo.
El
día casi se desvaneció y, de repente, me sorprendí sonriendo, pues sabía que,
pasara lo que pasara, deseaba aquella cita… aunque dudaba si hacerlo estaba
realmente mal… ¿Qué daño podía causar pasar un rato con un buen amigo?
Pero…
¿Éramos realmente “buenos amigos”?
No.
Mucho mejor. ¿Queríamos ser sólo buenos amigos?
*****
—¿Lograste cancelar las actividades
del día de hoy?
La
risa que se le escapó a Frank de los labios hizo nacer dentro de mí la
sensación de que me zumbaban las mejillas.
—Todas
excepto una—murmuró, torciendo el gesto—. Tienes una reunión con Quincy y el
resto del equipo de producción esta tarde.
—¿De verdad es obligatorio?
—Lo
siento, Michael, lo es. Pero descuida, que sólo serán un par de horas. Después
tendrás toda la tarde libre... ¿De acuerdo?
Me
envió una mirada pícara al final. Dios mío, ¿En verdad iba a seguir con esto?
¡Apenas y mis nervios no me habían asesinado aún!
—...Perfecto.
Le
di la espalda para acercarme a la terraza de la habitación. La inmensa vista de
Nueva York disipándose al exterior me daría la tranquilidad que necesitaba por
ahora. La que fuese, o cómo fuese, pero que me ayudara a sobrevivir con esta
ansiedad, hasta que la hora de tener que encontrarme con ella llegara.
—¿Nervioso?—la voz profunda resonó a
mis espaldas. Me giré, y sonreí por darme cuenta de que él me había seguido en
silencio al exterior.
—...Mucho—admití con voz queda.
—¡No
tienes por qué estarlo!—bramó, dándome una pequeña palmada detrás de mi
hombro—. Escucha, yo no soy bueno para estas cosas, pero... sé quién lo es. La
traeré enseguida.
—Frank, pero...—trastabillé
ubicándolo detrás de mí, pero cuando giré él ya se encontraba atravesando la
habitación entera—. ¿De quién…?
No
volvió sino dentro de un par de minutos después, con su sonrisa a punto de desorbitarse,
apurado, y tomando de la mano a una persona más.
Me
relajé en el instante en el que la vislumbré cruzando la puerta con él. Su
mirada fue abrazadora y su expresión me tranquilizó. Quizá charlar con alguien
así era lo que más necesitaba.
—¿Siedah?
—¡Hola, Michael!—anduvo a trancos
por la habitación hasta alcanzarme y embestirme con un abrazo inmenso. Cuando
terminó, los acompañé de vuelta a ambos al interior.
—Bien,
escucha, Siedah...—Frank comenzó a explicar, entre nosotros—. Michael tendrá
algo así como una “cita” el día de hoy con una chica que le agrada mucho.
—¿Mucho?—ella preguntó. Sus ojos
centellaron de lleno con los míos.
—Mucho—susurré cabizbajo. Me
pregunto si el tono de mis mejillas será el mismo que el del labial que colorea
sus labios.
—Sí,
bien… Él no quiere estropear esto…—continuó explicando—. ¿De acuerdo? De verdad
es importante para él, pero es importante que también sepas; él sólo quiere ser
su amigo... Nada más.
“Claro...”
me dije a mí mismo, con desgane. “Es exactamente
lo que deseo”
—¿Por
qué, Michael?—ella volteó a mirarme con risas de extrañez—. ¿Hay algo mal con
esta tal chica de la que hablas?
Frank
nos miró alternadamente, con el gesto volviéndose serio.
—No, Siedah—sentencié, enfatizando
el objeto de mi declaración—. No hay nada malo en ella. Es… perfecta.
—Oh...—sus risas cesaron—. Lo siento
tanto. No he querido...
—...No, descuida.
—De
acuerdo, Michael—tomó asiento al pie de la cama, aguardó, y dando palmaditas a
su lado, me indicó que le siguiera—. Pero entonces, ¿Qué ocurre para que no
quieras ser algo más que sólo amigos?
Reí
derrotado. Tanto porque esa bendita pregunta dejara de desatar su tormenta
sobre mí.
—Ehm...—Frank masculló—. Ella,
tiene…
—...Siedah—le interrumpí—, ella
tiene a alguien más.
—¿Alguien más?
—Ella
tiene novio y, es muy buena persona. Simplemente no quiero herir a nadie… ni a
mí mismo, ni mucho menos a ella.
Me
di cuenta de la pesadez de mi confesión, y tuve que detenerme. Antes de que la
sangre aumentara la intensidad con la que fluía debajo de mi piel.
—Muy
bien… pero…—Siedah negó, confundida—. ¡Mike! ¿Estás viendo la “alegría” con la
que estás diciéndome esto?
—...No comprendo—repliqué.
—Michael—se incorporó y acercó un
poco más hacia mí—, es obvio que tú no quieres ser solamente su amigo.
Apreté
la mandíbula y entonces, tuve que hacerlo; dejarme vencer, y limitarme a
asentir con tranquilidad.
—...N-no
voy a decirte que te equivocas en eso…—contesté, sin poder mirarle. ¿Cómo iba a
poder de todas formas?—. Es estúpido, pero… Sí, me estoy sintiendo atraído hacia
ella. Pero también soy consciente de que nada más puede pasar.
Quise
hablar despacio, con cuidado deteniéndome en cada palabra para asegurarme de
que no tendría que volver a repetirlo ni una sola vez más. Era ya bastante
doloroso admitirlo para mí mismo, no pensaba en aceptarlo frente a nadie más.
—Bien y...—aguardó, por ocuparse de
fulminar a Frank con la mirada—. Ehem…
—¡Oh! Disculpen…—él reaccionó con
brusquedad, y con pasos torpes comenzó a caminar hacia la puerta—. Yo iré a
algún otro sitio, ¿Bien? No hay problema...
Le
seguí con la mirada mientras trataba de reprimir una sonrisa, hasta que
finalmente nos dejó solos a Siedah y a mí.
—Te decía...—ella repuso, virando
hacia mí—. Y, esta chica...
—...Rachel.
—¿Rachel? ¡Es un lindo nombre!
—Lo sé...—sonreí, ansioso. Echando
suspiros a mi alrededor.
—Bien, Rachel... ella, ¿Cómo se
siente?
Una
pausa se propagó y entonces mi sonrisa, y toda esa chispa se vino abajo.
Jamás
lo había pensado.
—No lo sé—confesé—. Pero te diré
algo; tengo miedo de averiguarlo… ¿Qué tal si…?
—¿Sí…?
—No, nada...
No,
no podía dejar que mis pensamientos fueran por ahí.
—¡Oh! ¡Vamos, Michael!—la
desesperación recorrió su rostro entero—. ¡Jamás tengas miedo a decir lo que estás
pensando!
—Tengo miedo a saber que, de alguna
manera, ella sienta... lo mismo que...
—...Debes tener una razón para creer
eso—me interrumpió seria.
—No,
no una razón concreta, pero... La primera vez que la vi, y que nos vimos...
Quiero decir, estoy seguro de que pasó algo ahí ¿Sabes?
Entonces
me dio la espalda y comenzó a caminar de un lado a otro por la estancia de la
habitación.
—Supongo que sentiste que se
quedaron viendo a los ojos por siglos enteros.
—Exactamente—contesté, completamente
seguro.
—Lo he sentido—sonrió.
—¿En serio? ¿Con quién?
—¿“Con quién”?—se bufó para sí, como
si quisiera recalcar lo obvio—. Alguna vez te presenté a mi esposo, ¿No es
cierto?
Maldición.
Cómo deseé poder aniquilarla con la mirada.
—Eso no ha ayudado mucho, Siedah.
—D-de acuerdo… lo siento...—las
risas que lanzó a penas y la dejaban hablar—. Escucha, ¿Qué te parece si te
cambias de ropa y te espero en otro lugar para hablar más tranquilos sobre esto?
—De acuerdo—asentí. La verdad es que
comenzaba a hacerse tarde—. Ahora salgo. ¿Sí?
—Bien,
te espero.
Tomó
el picaporte de la puerta entre sus manos y me dedicó una última sonrisa
abrazadora antes de salir. Aunque yo apenas pudiera corresponderle sin ninguna
otra explicación. La conocía, y sabía lo transparente que a veces yo podía
volverme y, no mereció la pena argumentar que mi timidez infinita era de sólo
saber que vería Rachel de nuevo, que a
cada hora era menos el tiempo y que cada vez me parecía más imposible esperar.
Quería
verla, ya.
AH-AH-AH-AH D:!!!! COMO PUEDES HACERME ESTO._.1 a si lo dejas todo a si como sea yo as i deWTF D:! Y Y Y D:!ª NESESITO SABER QUEPASARA T_T!._.!
ResponderEliminarla confiansa-.-`! Que ross deve entender que rachel le ama..pero ..bueno michael ..osea D:! ES MICHAEL ._.! ..pero ya quede a si o.O cuando rachel dijo que ella la enamoro D:!aaa era de par de segundos es que el es tan*-*!♥!aaaaw:33(suspiro)Monica xD!corriendo para ir al baño pobre D:! tenia que hacer la entiendo perfectamente u.u!
Phoebes xD jajajajajajaja para que la escuchen habalndo con alguien importante e.e! querida yo hable con mi vesino sexi eso es importante *¬*.
D:! OYE ME PONE MAL D:! por que si los dos llegapasar algo me pone mal Ross osea T_T! me destroza eso ._.! T_T! aaaaww *-*! pero por eso amar esta novela :3!
Wiii ahora espera D:!5 dias ._.! odio la espera*-*! pero es genial vale la pena por que ustedes son geniales*-*!!.
Y si laprepa :/ no se procupen les entiendo -.-`!.
SAYOONARAAA=DD!!!
Jajajaja esa Phoebe xD John.. ¿Lennon? xDD
ResponderEliminaraw espero que se pasen los días rápido , p or que no aguanto leer el otro capitulo, Michael aaw amé esa foto :3
Dios las bendiga a todas ^^
Quiero salir a la calle y encontrarme con algún Mich-Joseph xDDD. Ya sabes, todos los capítulos me parecen estupendos. Este ha sido mucho más intrigante con eso de que, de alguna forma, los dos metieron la pata; bueno, mejor dicho, las cuatro. ¡Y Phoebe! Es una especie de inspiración para mí, una inspiración que no está muy cuerda xD. "John... ¿Lennon? O_O" Si algún día me llama un John -como escuché que llamaba un Michael a un tipo (?)-, le preguntaré eso en tu honor, haha.
ResponderEliminar¡Qué genial! Sí, es un hábito un tantito masoquista, pero, como dije con anterioridad, la inmensidad del cielo me hace sentir libre, me comparte esa libertad que poseen las aves y que nosotros arrebatamos al prójimo por alguna razón estúpida. Me encanta. Mis amigas lo encuentran estúpido, aunque es normal; están acostumbradas a las cosas superficiales. A mí me han enseñado a amar lo elemental, no lo material.
No hay problema *con voz de Alf (?)*.
http://www.facebook.com/Maruu.Shamone.Jackson
Supooongo que así se colocan los links para facebook. No concurro mucho dicha página, así que estoy media perdida (?). Si tienes algún problema, me avisas ;)
¡Bendiciones! ^^
BUENISIMO, como siempre te luciste!! :DDD
ResponderEliminarO_____________O Michael ya se enomoro :S Tssssss Ross va a estar todo ardido xD y pobre de Joey se quedo sin trabajo ._.
ResponderEliminar:DDDD ME ENCANTO EL CAPITULO ^^ Siempre son tan originales! espero subas pronto! :D
Cuidate!
AAAAAHHHH por fin Michael llama!!! D: yo pensaba que no llamaría nunca -.- y Ross es un pesado... cuando aprenderá que en una relación lo más importante es la confianza -.-
ResponderEliminarQuiero ver el video de Phoebe :D me voy a reir con eso XD y Monica esta loca como yo XD y el Joey todo el cap de plasta con lo del trabajo XD
Espero con ansias al cap 9 :3 Cuidensen chicas, besos ^^
Como siempre increíbleeeeeee!!!!!!! Cone se pequeño avance de lo que vendrá en el capítulo 9 quedé intrigada y ansiosa por leerlo.
ResponderEliminarSigan adelante.
:D Esque en serio está súper!!!!! Siempre cuando lo leo son intrigas cada vez más! :DDD Woow en serio son muy buenas amigas! <3 Ya quiero leer el siguiente! :D
ResponderEliminarHolaaa!!! Hoye Amo Tu Novela!! Realmente tienes una Gran Imaginacion y Mucho sentido de Humor....
ResponderEliminary Claro que leere tu Novela de ahora en Adelante...Cada Capitulo es Genial, Me Encantaa!!! *-* Haces que me duela el estomago de reirme pero, aveces es intigante o.O
Pero, Me gusta la Intriga!! xD Espero que tu tambien sigas Leyendo mi Novela y nos Sigamos Mutuamente...
Cuidate, Espero el Proximo Capitulo...
Besitos..
OMG sun! O.O
ResponderEliminarpobre Ross... pero aaaaaaaawww! MJ&Rach!!!!!!<3
ya quiero leer el prox capiiiiiiiiiiiiii! :D
hahahaha ya se enamoraron! O.O
vale vale! esperare el prox capi! (:
Hola! Me gusto mucho la nove gracias por dejarme el link Kati, me encanto y aparte es muy gracioso. Espero el sigiente.
ResponderEliminarBye
Tarde pero comentando este bello capi! *_* Me encanto me mori de risa todo el tiempo! jaja..
ResponderEliminar*Monica: (Desde afuera) ¡Chicos!, ¡Sé que están arreglando sus diferencias y es genial pero NECESITO IR AL BAÑO! D:* jajajajaja!!!! ^^ Me imagine la escena, q risa!
Mesero: No es cierto ¬¬
Todos: Sí… claro. Es cierto.
Monica: Y Él me ama *-*
jajajajaja!!! Me encantaron las partes en las que Mónica insistía con Michael y cuando interrumpe la llamada me parecio muy gracioso ^^ jeje
XX: Hola Phoebe, es John ¿me recuerdas?
Phoebe: John… ¿Lennon? O_O
jajajaajajajaja!!! John Lennon! que emoción jajaja... Mori.. jajaj
También me encantaron las partes en las que Joey insiste con el trabajo jajaja... Bonito, le hablan de trabajo y él no tiene jeje XD...
Amo tu nove, ya te lo he dicho mil veces y te lo diré mil veces más... Gracias por escribir tan lindo!!!
Besosss
Elisa
woooo en verdad es un buen capitulo me encanto
ResponderEliminargenial! síguela!
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