Rogué por
una respuesta que no llegaba a mis oídos.
—¿Y bien? ¿No piensas decirme nada?—dije.
Ella me
miró, sin pronunciar palabra alguna. Nadie lo hacía.
—¿Nadie piensa hacerlo?
Los miré
unos segundos, y comenzaba a parecerme molesto el que nadie contestara a mi
pregunta. Traté de que mi mirada fuera convincente para ellos, que les
penetrara de tal forma, que los hiciera hablar, a alguno.
Chandler
continuó hablando por teléfono un momento más, y Monica lo observaba a él,
evitándome, como si tratara de evadir mi pregunta. No fue que todos comenzaran
a mirarme de nuevo, sino hasta que Chandler había terminado la llamada
telefónica con Ross.
—…Está bien, está bien, de acuerdo—dijo
Monica.
Ella me
ofreció su mano, y cojeando un poco, comenzó a avanzar hacia mí, alcé mi mano
también y ella la tomó entre la suya.
—¿Monica…?—oí
decir a Joey, alarmado.
—Todo está bien, chicos. ¿Tenía que
llegar el momento, no?
Echó un
último vistazo a su alrededor, mirándonos a todos. Suspiró fuertemente, y
comenzó a mirarme de nuevo.
—Monica, estoy desesperándome…
bastante—murmuré.
—…Cariño, Emily es…
La fuerza
con la que tomé su mano aumentaba considerablemente.
—…Ella es un familiar de Monica y
Ross, Rachel.
Phoebe
sentenció, interrumpiendo a Monica.
—…Es una
prima, en realidad…—continuó—. Monica nos dijo que vendría desde Londres. Al
parecer llegó esta semana. Monica olvidó decírtelo, porque nos encontrábamos
planeando el viaje hacia acá.
Sus
palabras resonando por el lugar hicieron que todos la miráramos de lleno. Hubo
silencio, y opté por volver a mirar a Monica de nuevo, que seguía tomando mi
mano.
—¿Es cierto, Mon?—musité.
Continuó
sin contestar, y fue hasta después de dar un último vistazo a Phoebe, que
volvió a hablar.
—…Sí. Sí es cierto—dijo al fin.
—¿Entonces,
por qué armaste tanto escándalo sobre eso?
Dejó ir
mi mano, nerviosa. Algo comenzaba a no cuadrar ahí.
—…No armé
escándalo. Es sólo que, pensé tantas veces en hablarte de ella, que me
impresiona haberlo olvidado. Es todo.
—¿Estás segura?
Asintió,
como si llevara sobre ella toda la seguridad del mundo.
—Bueno y… ¿Cuándo es que volverá Ross a casa,
Chandler?—Phoebe preguntó.
—Él me dijo que un par de días más,
y estará de vuelta.
—Entonces volverá el mismo día que
nosotros.
Joey
murmuró, y después, todos comenzaban a parlotear entre ellos por unos momentos,
ignorando que yo me encontraba ahí. Ellos siguieron evadiéndome, había algo que
no terminaba de creer.
—No, un momento, chicos, pero sigo
sin entender…
Quise
decir, y todos parecían estar poniéndome atención esta vez, pero se volvió
demasiado bueno para ser verdadero, en el momento en que el teléfono comenzaba
a sonar de nuevo.
—¿Hola…?—Chandler dijo, tomando el teléfono—. Es
Michael, chicos.
—¿Es Michael, de verdad?—inquirió
Joey, extrañado.
—Debe tener más de una línea en la
casa…
Chandler
volvió a atender el teléfono, en silencio, hasta que tuvo intenciones de volver
a hablarnos.
—…Chicos,
Michael dice que una persona parece estar llegando por la entrada principal…
Nos pide que vayamos a recibirla, él estará ahí en unos momentos—Dijo, aún
sosteniendo el teléfono.
—¿Alguien está llegando ahora?
—Pregunté.
Chandler
asintió y se despidió de Michael luego de un segundo de guardar silencio.
—…Muy bien, creo que deberíamos ir
entonces—Murmuró Joey.
Asentí, y
Chandler, Joey y yo comenzamos a andar hacia el umbral de la puerta, pero
detuve mis pasos cuando me percaté de que Phoebe y Monica no nos seguían. Ni
parecía que pensaran hacerlo.
—¿No vendrán? —Chandler les dijo a
las dos.
—…No—respondió
Phoebe—. Pienso que será mejor si levanto primero el desorden que ocasioné
aquí, antes de que Michael vuelva a verlo.
—Sí, pienso que… pienso que debería
ayudarle—Dijo Monica.
Las
observamos unos momentos, luego Chandler y Joey asintieron para sí mismos y me
miraron, cediéndome el paso para que pueda pasar delante de ellos. Pero antes
de avanzar, me giré y caminé hacia Monica una última vez.
—…Aún tengo preguntas que hacerte,
Monica.
Me volví
hacia ellos, y tomé a ambos del brazo, para ir juntos hacia la estancia
principal, dejando a Phoebe y Monica detrás. Luego de unos momentos, a medio
camino, pensé en si de verdad era buena idea recibir la visita de Michael, en
su hogar, sin que Michael estuviera presente.
—¿Michael dijo cuánto tardaría,
Chandler? —Pregunté.
—No me lo dijo, pero dijo que sería
enseguida. ¿Por qué?
—…No sé
si sea buena idea abrir la puerta nosotros, veré si puedo apresurarlo, ustedes
aguarden aquí, ¿Está bien?
Ambos
asintieron, y me dirigí hacia donde creí que Michael había ido con Richard,
momentos antes.
****
(Narración de Monica:)
Ellos se
marcharon, para dejarnos a Phoebe y a mí solas, comencé a tomar las cosas
dispersas en la mesa del comedor, y cuando me di media vuelta para poder
llevarlas a la barra de la cocina, ambas manos de Phoebe, puestas sobre mis
hombros, me detuvieron por completo, haciendo que la mirara, completamente
confundida.
—…Te he salvado el pellejo, ¿eh?
Me quedé
helada menos de un segundo y suspiré.
—…Lo sé. No sé qué hubiera sucedido
si…
—¿Qué rayos pensabas, Monica?
—Phoebe, yo…
Avancé,
rodeándola para poder dejar las cosas que llevaba cargando. Luego de dejarlas,
me giré y me di cuenta de que ella había seguido mis pasos, deteniéndose justo
detrás de mí.
—No
entiendo qué es lo que acaba de suceder, Monica—perdió su voz un momento—. Digo,
¿Qué demonios ocurre con Ross?
—…No
hables así, Phoebe. Tú misma le has escuchado hablando de Emily, nosotros
venimos hasta acá, el tenía todo el derecho de…
— …Sabes que no me refiero a
eso—Interrumpió.
Llevó
ambas manos a su cabeza y comenzó a frotar su frente con ellas, mientras
comenzaba a caminar de un lado a otro frente a mí. Luego volvió a mirarme.
—Sólo
quiero saber, ¿Qué tan demente puede estar Ross para llamar a Chandler,
diciendo que se encuentra con Emily, sabiendo que Rachel podía oír toda la
conversación?
Callé. No
tenía idea de qué contestarle, sólo supe que tenía razón.
—Y tú,
Monica… No puedo creer que consideraras el decirle toda la verdad sobre Emily a
Rachel. ¿Querías armar un escándalo? ¿Justo
aquí, en Neverland?
Comprendí
de inmediato que ella tenía razón en cada palabra que había pronunciado, y no
tendría siquiera los argumentos para contradecirla, pues para comenzar, pensaba
igual que ella.
—…Por supuesto que no—Susurré.
Ambas
guardamos silencio.
—Yo sé que no. Por eso he dicho todo
aquello.
—…Y te lo agradezco en verdad,
Pheebs.
Me dedicó
una enorme sonrisa, y mis labios se vieron contagiados por esa expresión.
Entonces tomé su mano, demostrándole lo agradecida que me encontraba con ella.
—…Así que dime…—Dijo, con una
sonrisa pícara en su cara.
—¿Qué cosa?
La miré
confundida.
—¿El Doctor Burke, Monica?... O
mejor aún, ¿Richard?
Sus
palabras hicieron que mis mejillas comenzaran a arder, sentí su mirada
acentuando la picardía aún más en su bonito rostro.
—…Estás muerta por él.
—No es verdad.
—Estás muerta por él, completamente.
—…No.
Ella comenzó
a desafiarme con la mirada, y yo luchaba conmigo misma para poder ser capaz de
soportar sus penetrantes ojos sobre mí.
—Queda con él.
—¿Con el Dr. Burke, Phoebe? Ni lo sueñes.
Simplemente lo veo como un adulto.
—¿Y qué? Los dos se gustan. Apuesto que todos
nos dimos cuenta de ello.
Curiosamente,
las palabras de Phoebe me hicieron recordar el cómo solíamos molestar a Rachel,
cuando le decíamos que todos nos dimos cuenta del momento en el que ella había
conocido a Michael. Ahora comprendí, cómo es que la hacíamos sentir.
Me sentí
mal, pensando en ella. Luego pensé que quizá Phoebe tenía razón, quizá todos
comenzaron a pensar aquello, y lo supe, cuando recordé la mirada que Chandler
me había dado antes.
—Phoebe…—murmuré—.
Es amigo de mis padres. Debe ser más de veinte años mayor que yo.
—…Oh, está bien. ¿Entonces no
volverás a verlo?
Aguardé
unos segundos antes de poder contestar.
—Pues… no
nunca. En fin, lo veré la próxima semana, cuando vaya a una consulta con él.
—¿No te habías checado la vista hace
poco, Monica?
La
timidez encima de mí me hizo reír un poco. Luego ella sólo aguardó mirándome.
—…Sí,
pero, ya sabes… los mmh, los veinticuatro son una edad peligrosa para la vista,
cariño.
—Por su puesto. Serías capaz de poner limón en
tus ojos con tal de verlo de nuevo.
Ambas
comenzamos a reír, y le agradecí por aquél pequeño gesto de desahogo y
diversión. Luego, mirando sus ojos claros, me di cuenta de que su mirada ya no
estaba en mí, y su risa se detuvo en seco. Me aterré y quise saber de qué se
trataba. Era Richard, quien se acercaba a nosotras.
—…Richard—Phoebe murmuró.
—Chicas, Michael está ya por salir, me pareció
haberle oído decir que esperaba encontrarlos a todos en la estancia principal,
¿De acuerdo?
—…Muy bien, de acuerdo—Le dije,
mientras le sonreía.
Él me
devolvió la sonrisa, y tendió su mano hacia Phoebe, quien la tomó sin pensarlo.
Luego se dirigió hacia mí e hizo el mismo gesto.
—Me
alegró mucho haberte conocido, Phoebe… y Monica…—Se detuvo—. Ha sido algo
tremendo verte de nuevo… y estoy seguro de que será un gusto aún mayor el
volverte a ver.
Phoebe me
miró, pero no me importó. La mirada que Richard me dio en ese segundo me atrapó
de lleno, y comencé a olvidar que mi amiga se encontraba en la misma habitación
que nosotros.
—…Por supuesto que sí…—Musité.
Richard
comenzó a caminar hacia la salida del lugar, pero en un segundo, se detuvo y se
giró hacia mí de nuevo.
—Ah,
Monica, me gustaría que le enviaras saludos a Ross también… A decir verdad,
debo decir que me ha parecido raro no encontrármelo aquí también, ya que Rachel
está aquí. ¿Siguen siendo pareja, no?
Titubeé
unos momentos, antes de decir mi respuesta.
—…No. Ellos ya no son pareja.
—Oh… entiendo. Lo lamento.
—…No importa, y claro, le enviaré
saludos—Lo reconforté.
—Nos veremos pronto, ¿sí? Adiós,
chicas.
Y
dedicándonos una última sonrisa, él por fin había salido del lugar.
—…Quién lo diría, ahí va tu
novio—Había dicho Phoebe.
Le
asesiné con la mirada un momento, haciéndola reír. Guiñó un ojo hacia mí y
después me tomó del brazo, comenzando a andar.
—…Anda, vayamos con los demás.
Comenzamos
a caminar juntas por la mansión, hasta llegar a la estancia, la misma por la
que Michael nos había dado la bienvenida, el primer día. Lo primero que
vislumbré a lo lejos fue a Chandler y a Joey, pasivos, mirando por la mirilla
de la gran puerta.
—¿No
estaba Rachel con ustedes? ¿Aún no abren la puerta?—Phoebe les preguntó a
ambos.
—…Pues,
Rachel nos dijo que aguardáramos un momento, pensó que sería mejor si abríamos
la puerta con Michael aquí presente—Dijo Chandler.
—Oh, está
bien, pero, ¿qué hay de la persona que estaba por llegar? —Pregunté a Chandler.
Él me
miró, pero no me contestó. Comencé a sentirme incómoda cuando él sólo estaba
detenido ahí, frente a mí, observándome y al parecer, sin nada para decir. Joey
lo notó y rompió el silencio.
—No te
preocupes, Monica. Nadie ha tocado la puerta aún—Dijo Joey, sonriendo hacia mí.
—Ah, está bien.
Dicho
aquello, los cuatro comenzamos a aguardar varios segundos en silencio,
escuchando los ansiosos comentarios que Phoebe y Joey pronunciaban, diciendo
que esperaban que se tratara de alguien famoso, haciendo que tres de nosotros
riéramos a la par. Sólo tres, Chandler no reía, no nos ponía atención, o al
menos, no a mí.
Comencé a
darme cuenta de cómo se comportaba él después de un comentario que Joey o
Phoebe hacían, él respondía como él es; gracioso, sarcástico. Luego, me fijé en
cómo actuaba después de que había sido yo la que hablaba, y me temí el ver todo
lo contrario.
Me
pregunté por qué era que se comportaba así.
—Puede ser alguien de su familia
también—Musitó Joey.
—Sí, bueno… Sea quien sea, Joey… no
creo que…
Phoebe
detuvo sus palabras al momento en que todos oímos cómo el sonido de alguien
llamando a la puerta surgía frente a nosotros.
—…Demonios,
¿Rachel aún no viene con Michael?—Dijo Chandler, mientras trataba de mirar más
allá de nosotros.
—No, aún no han llegado. Pero bueno,
¿Quién es? ¿Puedes ver?
—…Aguarden.
Se giró
para observar a través de la mirilla de la puerta, volvió hacia nosotros de
nuevo, y pude notar que se le veía impresionado.
—…Es una chica.
—¿Una chica?
—¡Sí, de verdad!
—…Debe ser la chica de la que Michael estuvo
hablando todos estos días—Murmuré para mí.
—¡Entonces, abre! ¡Déjala entrar!
—Exclamó Joey.
—¿Están seguros? ¿Sin Michael ni
Rachel? —Chandler dijo.
—Pues, no
pienso que él quiera saber que la hicimos esperar, pienso que deberíamos abrir.
—Muy bien, de acuerdo.
Chandler
miró la puerta de nuevo, y tras un gran suspiro, tomó la herradura entre sus
manos y la hizo abrir. Tomó de ella con delicadeza y lentitud, hasta haber
quedado abierta de par en par.
—Oh, Dios mío.
Joey
murmuró, y no lo culpé en absoluto; comencé a observar a la persona que se
encontraba parada frente a nosotros; observé su bonito rostro relajado, noté
que sus labios estaban teñidos con un sublime tono de color carmín. Miré
también su largo cabello alborotado, era rubio, con unos pequeños destellos
cobrizos en él, ella traía ropa sencilla, pero bien combinada, haciéndola lucir
elegante en todas las formas. Aquella mujer, nos había inspirado confianza con
sólo unos segundos de postrar nuestras miradas sobre ella, y estaba segura de ello.
Me perdí
en el rostro de Chandler un momento, y me aseguré de que la miraba a ella
completamente alucinado.
—Hola…
Ella
dijo, mientras nos obsequiaba la más bella de las sonrisas.
—…Hola.
Oímos que
Chandler le contestaba, mientras el resto de nosotros continuábamos completamente
pasmados, derrotados por el hermoso porte que esa mujer llevaba consigo.
—Oh—ella musitó—, lo lamento tanto…
Mi nombre es Karen.
—Pues… mucho gusto, Karen. Por
favor, pasa…
Chandler
murmuró frente a ella, y tendió su brazo, permitiéndola pasar, cerró la puerta
tras ella y todos comenzamos a observar cómo alborotaba un poco su cabellera
con sus manos. Era real, que nadie tenía palabras para decir en el momento.
Ella
comenzó a observarnos a todos con atención.
—Chicos,
yo… lo lamento tanto pero… ¿Quiénes son ustedes?—Murmuró con un hilo de voz,
mientras sus mejillas tomaban un sutil color rojo.
—Oh, Dios
mío—Chandler dijo—. Lo siento… hola, mi nombre es Chandler, y ellos son Joey y
Phoebe.
Oímos que
Chandler decía, luego de tomar su mano para estrecharla, y de tender su brazo
hacia Phoebe y Joey, introduciéndolos. Él aguardó unos segundos, y yo le
observé, esperando que tendiera su brazo hacia mí, para que yo también pudiera
presentarme, pero no lo hizo.
—Un gusto
enorme conocerlos, chicos. Pero…—continuó, hacia Chandler—. ¿No me vas a
presentar a esta linda señorita?
Ella me
señaló con una mirada sumamente dulce, haciéndome sonrojar, y Joey y Phoebe
comenzaron a mirarme.
—Claro que sí…—Dijo Chandler,
refunfuñando—. Ella es…
—…Mucho gusto, soy… soy Monica
Geller—Le interrumpí.
Avancé un
par de pasos hacia ella y tomé su mano entre la mía. Me dediqué a sonreír y
ella me correspondió, pero en un segundo, observé su sonrisa desvanecerse.
—Espera… ¿Monica Geller?
Asentí.
—Chicos, ustedes… ¿Ustedes no son de
Nueva York, o sí?
—Sí…
Llevó
ambas manos a su rostro, y cubrió sus labios con ellas, mientras ponía sus ojos
en blanco, sin dejar de observarnos.
—No puede ser… ¡Michael me ha
hablado tanto de ustedes!
—¿En verdad? —Joey preguntó.
—¡Claro que sí! No puedo creer que estoy
conociéndolos al fin, yo…
Ella
aguardó unos momentos, después continuó observándonos a todos, aún con una
mayor intensidad que antes.
—…Entonces—dijo—,
¿eso quiere decir que… que Rachel está aquí también?
—¿Ya conocías a Rachel? —Phoebe
preguntó, extrañada.
—Linda,
desde que Michael la conoció… no ha parado de hablarme de ella… He tenido unas
ganas infinitas de conocerla por fin…
Ella
continuó sonriendo, incrementando la emoción en su bonito rostro. Y no pude evitar
el sonreír también.
—Oh, pues, ella de hecho
está…—Comencé a decir.
—¿¡Karen!?
Alguien
había dicho detrás de todos nosotros, y al oírle gritar, todos, incluida Karen,
nos dignamos en girar para asegurarnos de quién se había tratado.
Me fue
imposible evitar sonreír, al mirar más allá de nosotros a ese par de personas,
a las que ya me había acostumbrado a mirarlas entrelazando sus manos. Michael y Rachel al fin habían llegado.
—…Chicos, no puedo creer que la
hayan conocido por fin.
Michael
dijo para todos nosotros, extendiendo sus comisuras en una hermosa sonrisa. Su
rostro realmente me cegó con la alegría que desprendía de él. Comenzó a dar
algunos pasos hasta aproximarse lo suficientemente a Karen, y pude darme cuenta
de que Rachel no le había seguido.
—¡Hola, Karen!
—Hola, Michael…
Karen
respondía, mientras ambos se ocuparon de hundirse en un dulce abrazo por unos
momentos.
—Chicos,
ella es Karen Faye—Michael comenzó a decir—, ella es mi estilista… una
excelente persona y una de mis mejores, mejores amigas.
—…Ya nos
hemos presentado, Michael, pero vaya título me has dado—Ella contestó hacia
nosotros, mientras ambos se dedicaban una gran sonrisa. Y no pude evitar
sonreír también.
—Realmente deseaba que los conocieras,
Karen—Michael murmuró.
—Ahora
veo por qué, me han inspirado confianza desde el primer segundo.
Ella
contestó, mientras tendía su brazo hacia nosotros, la verdad es que realmente
ella comenzaba a agradarme cada vez más. Y estaba segura de que no sólo a mí,
Chandler y Joey la miraban alucinados.
—Nos
alegra mucho haberte conocido, Karen, en verdad—Musité, haciendo que Michael
sonriera conmigo.
Karen nos
había visto sonreír, y pude notar cómo se coloreaban sus mejillas, pero luego
de un segundo, despegó su vista de nosotros para fijarla en alguien más.
Alguien que desde hace unos momentos, se encontraba detrás de todos nosotros.
—¿Ella es…?—Karen murmuró.
—Es ella…—Dijo Michael, observando a
Rachel.
Michael
entonces comenzó a caminar hacia donde se encontraba Rachel ahora, tomando su
mano de nuevo, y sin dejarla ir, prosiguió a acercarla a donde Karen estaba.
Ella me miró un segundo, con sus ojos claros paralizados, y yo traté de
brindarle apoyo reconfortándola con mi mirada.
—Karen,
ella es Rachel Green—Dijo Michael, sin dejar de mirar extasiado el rostro de
Rachel.
—…Soy
Rachel, un enorme placer conocerte, Karen—Musitó tomando su mano, forzándose
por sonreír.
De
inmediato comprobé que Rachel estaba más que nerviosa.
—Rachel…
¿Tienes idea de las ganas que tenía de conocerte? No puedo creer que estés
frente a mí ahora, es un honor, en verdad.
Dicho
esto, noté que el rostro de Rachel se tornaba más relajado que antes, al
observar cómo se sonrojaba y nos cegaba con una hermosa sonrisa.
—¿Te dije
o no lo hermosa que es? —Michael dijo, observando a Rachel.
Observé a
Rachel perdiéndose en los ojos de Michael, acentuando el rojo de sus mejillas.
—Pues,
tenías razón, es realmente hermosa, Michael—Karen comenzó a mirar a Rachel—. Me
encanta esto, me alegra que estés en Neverland. Debo decir que no he dejado de
emocionarme desde el momento en el que Chandler me ha recibido, y me he
enterado de que eran de Nueva York.
Comencé a
derretirme en mi interior, al observar la manera en la que Michael y Karen nos
miraban a cada uno de nosotros.
—…De
inmediato pensé para mí; tienen que ser ellos…—Karen terminó de decir.
—He
tenido suerte de encontrarlos. La verdad es que no sé cómo pude encontrar
personas tan maravillosas—Michael dijo, sin dejar de clavar sus ojos marrones sobre
nosotros.
Y tras
una sonrisa, Michael se ocupó de sostener el bolso que Karen llevaba consigo, y
con la otra tomó delicadamente la mano de Rachel una vez más; ambos comenzaron
a caminar hacia la pequeña sala de estar junto a la estancia, y con la mirada
comenzó a indicarnos a todos que le siguiéramos en la misma dirección.
En un
determinado instante en el que comencé a caminar junto a los demás, sentí un
fuerte golpe en mi brazo izquierdo, que incluso ocasionó la pérdida de
sincronización en mis pasos. Giré de inmediato y me di cuenta de que Chandler
había tratado de adelantarme, golpeándome con su brazo.
Me detuve
y le observé, esperando que se disculpara, o al menos, que con la mirada me
enviara un “Lo siento”. Sin éxito.
Dejó de parecerme extraño aquél comportamiento, ahora de verdad comenzaba a
molestarme.
—Pero
díganme—Karen nos decía, mientras todos ocupábamos un lugar en los sofás que
nos rodeaban—, ¿Cómo es que se conocieron?
—Pues, ha
sido una historia rara, graciosa en realidad. ¿Cierto, Monica? —Phoebe
respondió, mirándome.
—…Tuvimos
la oportunidad de asistir a un concierto de Michael en Nueva York…—comencé a
decir—. Y yo, tuve la gran ocurrencia de desmayarme en pleno espectáculo.
Karen
mostró una mueca divertida en su rostro, llevando ambas manos a cubrir sus
labios.
—…La verdad es que es típico de
ella, arruinarnos todo.
Chandler
murmuró fríamente, y tan sólo esperé que aquello haya sido una broma. Pero su
rostro mostraba lo contrario. Todos guardamos silencio.
—Luego de
que ella se desmayara, un gran hombre se acercó a nosotros, la tomó entre sus
brazos y la llevó a una gran carpa blanca. Todos fuimos tras él, pero por una
cosa u otra, me perdí un momento, y no he evitado quedarme atrás—Dijo Rachel.
—Lo interesante es que de cualquier forma,
has llegado a tiempo…
Michael
susurró, endulzando su tono de voz, seguido de lanzar un guiño a Rachel. Phoebe
y yo sonreímos alucinadas al mirar aquello.
—¿Qué ocurrió? ¿Qué ocurrió después?
—Luego de
unos minutos—comencé a decir—, por fin desperté, y nos encontramos con Frank en
ese momento, y él nos dijo que Michael venía detrás de él. Luego de que Michael
llegó, fue cuando tuvimos la primera oportunidad de hablar con él…
—Pero la
mejor parte ha sido el momento en el que Rachel llegó por fin. Phoebe los
presentó a ambos y se quedaron mirando como si nadie más se encontrara
alrededor de ellos—Joey dijo, acentuando su voz, y la bella sonrisa que lo
acompañaba.
Como tal
lo esperaba, al mirar a Rachel y a Michael, me aseguré de que ambos se encontraban
inmensamente perdidos en la mirada del otro, justo como aquella vez, aquella
primera vez que se conocieron. Ambos comenzaron a sonrojarse.
—Dios
mío—musita Karen—, ¿No es curioso cómo es que comienzan las más bellas
historias?
—No tienes una idea…—Dijo Michael, aún
sin dejar de mirar a Rachel.
—Rachel…—Karen
murmuró, tomando las manos de Rachel entre las suyas—Me fascina que todo esto
haya ocurrido.
—A mí también…—contestó.
La
intensidad con la que Rachel y Michael se miraban se hacía más penetrante,
tanto que cada uno de nosotros podía llegar a sentirles también. Los ojos de mi
mejor amiga, perdidos en Michael, brillaron como nunca.
—…Pero me
fascina aún más—Karen continuó—, que después de tantas cosas que han sucedido,
después de tanto cuanto has pasado… Michael y tú ahora sean una hermosa pareja.
—…¿Qué?
Que!?
ResponderEliminarQuien dijo que!? D: Dios mio! No aguanto mas por saber que pasará! Kat muchisimas gracias por compartir con nosotras este hermoso capitulo! Es tan romántico y divertido! Es simplemente genial! Mr encanta que Karen haya aparecido! Es fantástico! Me enamoro de Michael cuando leo como es con Rach hay simplemente me encanta! :3
seeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee primera en comentar¡¡ ay¡ como te extrañé¡¡¡¡ esperaba tu cap todo este tiempo¡ te quedó muy bueno¡.
ResponderEliminarnooo no había visto el primer comentario *fracaso total*
ResponderEliminarLinda, me he quedado intrigada con la ldea de que quizá no te tenga agregada en mi cuenta de Facebook. En el blog hay varios botones de las cuentas en las que puedes encontrarme. ¡Envíame algún mensaje cuando tengas la oportunidad!
Eliminar¡Gracias por tu comentario, pequeña!
Katia! Perdona no haber dejado comentarios antes. Apenas tengo tiempo de respirar. El capítulo me ha encantado. Me fascina ver cómo pareces mejorar con cada capítulo nuevo que publicas, es increíble. Me pone muy feliz ver qué tanto has avanzado con esta historia. Felicidades, Katia, te lo mereces. No puedo esperar a leer el siguiente capítulo, sé desde ahora que me va a encantar. Te quiero :)
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